jueves, septiembre 01, 2005

Un poco de todo

De que hay buenos escritores, los hay. ¿En Chile? Por supuesto. Y no es necesario estudiar ni cinco ni diez ni meses para aventurarse. Sólo basta con leer un poquito por acá, un poquito por allá; fácilmente se encuentra uno con peculiaridades por acá y maravillas por allá.
En general, que en Chile no se apoye al arte es una vergüenza. Más de 500 músicos en la región y menos de 20 están sólidamente apoyados. El resto, arrastrando sus instrumentos y cantando en las micros. Hoy escuché la mejor versión posible de Arriba en la Cordillera, no en la Valentín Letelier, no en la radio Congreso, en una Euro Express camino a Villa Alemana; y aparte de mis $200, un par de monedas para el intérprete. Talento.

Pero... Ay! con el pirateo.

Volviendo al tema de escritores. Es cosa de mirar al norte y nos damos cuenta que el best seller del año es un libro de más de quinientas páginas, pero sin ningun contenido más profundo que una canción de Cachureos (los mensajes subliminales de Epidemia eran mentira). El Codigo Da Vinci la rompió, y Chile no fue la excepción. Todos querían hablar de él y lo hicieron, todos querían leerlo y lo hicieron. Pero... la gran pregunta, ¿Por qué se vende 'tanto' esa novela en Chile si es que, supuestamente, los chilenos no leen? ¿Qué pasa entonces?... Creo tener un pequeño atisbo de respuesta. Los chilenos, aburridos de tanta solidaridad (somos los más dadibosos dicen) no queremos leer a más autores chilenos y compramos sea lo que sea desde afuera. Ese afán de creernos el cuento gringo. Dan Brown se lee en una tarde, me atrevería a decir, sentado en el 'ídolo de porcelana'. Tranquilamente. Aunque es innegable que el tipo engancha.

A lo que voy es que se podría leer con la misma emoción a tanto autor chileno que existe, y de paso se ayuda a levantar un poquito esa alicaída industria literaria que se está ahogando. Ah!, pero ahí viene otro problema. Las editoriales no publican las novelas livianas de autores chilenos. Y el autor tampoco quiere pasar ese borrador de puras tonteras que escribió, aunque que el público lo devoraría. ¿Por qué?, simplemente por el complejo de Neruda que llevamos dentro. Complejo de Manuel Rojas. Complejo de Huidobro. Complejo de cuanto autor genio haya nacido en este país. Queremos ser el segundo Pablo y el tercer Nobel. Por eso que Isabel Allende es criticada, rompe el esquema de todos los divos. Ampuero vende porque escribe sentado junto a Brown. Y así el resto.

Sé que no soy erudito en el tema, ni pretendo serlo después de terminar esto. Pero como dije antes, no hace falta.

Y aquí parte y termina la fábula. Escriban y aperren. Escribamos y suicidémonos en el intento.

2 comentarios:

blue dijo...

es lo primero que leo de ti, sigo con el resto pa abajo.
tienes razón, mi hermano y yo, que insólitamente nos gusta a escribir, nos preguntamos las mismas cosas que tu, porque era una de las que no se atrevía al suicidio, antes habia que ser o tener..o da lo mismo, imposible perderse en la escritura de forma mas profesional, al final nadie nace con el best seller bajo el brazo..
es cosa de atreverse a mostrar las primeras páginas erróneas ..y de ahi la cosa puede seguir.
he participado en tres concursos este año , aun no se ni un resultado, pero te confieso que enviar algo que te mantuvo con las manos en el teclado , muy concientemente, muy en serio tambien, es de un gran placer.
escribir en placentero.

Morocco dijo...

Ya ni siquiera se juega al trompo. No existe cultura chilena!!!
A los medios no les interesa lo nuestro, por lo tanto la mayoría no se entera de lo bueno de esta tierra
Salud(os)