sábado, diciembre 20, 2008

Miedo & miedo

Hay quienes
no saben distinguir
entre el miedo
y el despertar
cada día
con un color distinto.

viernes, diciembre 05, 2008

El sueño

Estaba entrando recién
al sueño donde eras
la definitiva estrella
(ibas a ser)

Ya tenía armada
la escenografía toda
oscura, piso de tierra
como una conejera

tus ojos empezaban
a alumbrar el camino
(ibas recién por la puerta
la manilla de la puerta)
estaba recién llegando
al sueño que había soñado

me desperté con tu voz
invariable de enojo
en el telefono
y tu enojo no era enojo
(cómo iba a serlo)

tu voz fue un despojo
de todos mis sueños
y mis ojos cerrados
te acariciaron
y mis ojos entrecerrados
te imaginaron
y mis manos temblorosas
se dieron cuenta de
lo primeron que debieron:

abrí los ojos entonces
y me puse a soñar la vida
que tenía delante
de los ojos feroces

10.20 pm

¡Qué atractivo semblante!
Como rosa que al alba reposa
el vientre y su curva tortuosa
esperando que el sol levante.

Conmueve su inmenso calor
ensordece de bella, la voz metálica
arrastra miradas toda su práctica
mira de reojo, nervioso amor.

Evidente

Un tumulto de gente
detenida
vista fija
Una mancha en el pavimento

uno a uno se vuelven sonrientes

falló en vida
debió ser hija
del único viejo que no está contento.

martes, noviembre 18, 2008

Desapercibido IV

Ahora que lo pienso me doy cuenta
está clarito

fue ese callejón
fue el aire indiferente
que me congeló las manos
- y no te dije -
o fue, que se yo, la luz violeta

no, ahora sé: fue tu boquita y tu naricita y tus ojitos y tu vocecita
que me dijo al oído justo lo que quería

o fuiste tú.

Corazón

pasó de ser un bulto
a ser un corazón

le falta ritmo
pero al fin y al cabo
es un corazón

se vuelve a veces
torpe frágil casi transparente
el corazón

uno lo llama corazón
él responde - qué quieres -
despierto

y es como si hubiese dicho
- levántate y anda, corazón -
él y yo esperando
hace tanto.

viernes, agosto 15, 2008

Marcas para un mañana

Figura de trance temporal, aléjate de mi camino
estoy acá para crecer y aprender
déjame avanzar, déjame respirar.

No me esmero en ser una carga
que esperando cien años y más
tenga el suelo por delante, al azar.

Sobre mis pocos poderes tú te haces gigante
y no es casualidad.

desde la copa de un árbol se oirán chillidos
formas sin nombre se desfiguran
aún en tardes de sol y más en lluviosas madrugadas
los chillidos encima, déjame en paz.

en tu tranquila soledad frente al fuego
música suave
música inexistente
música muerta
el salto infernal quebrará tus sueños
los marcará para siempre con las iniciales
de tus miedos
de tus limitaciones
de tus lágrimas
y de mi pacífica venganza.





miércoles, agosto 13, 2008

Anoche

Bajo las luces anaranjadas
te vi sonreir
cantando feliz
dibujaste otra vez tu cara.

Huyendo del ruido
tiraste de mí
lejos del porvenir
para evitar los latidos.

Algunos restos pintados
nos oyeron entonar
con la voz accidental
de un niño afortunado.

Desapercibido II

Nublada la tarde en pleno septiembre
penoso espectáculo angustia de lluvia
fijó su vista en el cielo agrietado
encontró un hilo de buen manejar.

La mano oculta bajo el chaleco
gorro bufanda en el piso un paragua
bailaba el carrete con truenos azules
unas chiquillas también lo miraban.

Le dolió el cuello de tanto seguir
por el cielo sus sueños tapizados
a lo que su bello brazo extraviado
descendió 10 metros más allá.

La mejor intención pero se rompió.
Vergüenza. Rabia. Pena y vergüenza.
Llegó a casa y quiso soñarlo
de a poco ese brazo se hizo un invento,
tibio a su lado viajaron en globo
bailaron en Viena y su voz cortada
dijo te amo en cuatro ocasiones.
Noche y luna sin zapatos.
Noche y ojos despiertos
de tanto tenerlo se lo quitaron.
Mañana siguiente y el sol
no volvió a verlo jamás,
al olvido. Le bastó soñarlo.

Ciertas tardes el amor
pasa desapercibido.

martes, agosto 12, 2008

Desapercibido

Se miraron de reojo al pasar
ella iba esquivando un taxi
él a la farmacia de la esquina
ella se quedó pensando
en el olor que tendrían sus camisas
él en ella, ella entera.

El amor a veces
pasa desapercibido.

Género femenino

Me dijeron que era
de una buena fábrica,
pero nunca se sabe oye
nunca se sabe.

lunes, agosto 11, 2008

Se destiñe

en la micro
el joven estudiante
levanta la vista
ojos cansados ceño fruncido
chofer apagó luz
acto seguido
subió el volumen

el joven estudiante
cierra los ojos
piensa en el chile
de luces apagadas
y musica fuerte
intranquilo, se duerme

viernes, agosto 08, 2008

Miedo al miedo

Bajo la puerta veo que chorrea la sombra, la única sombra que me provoca asco. Me dice entre murmullos que no huya, que el cielo es uno y el mismo para todos, temerosos o no. Me da asco y me tiemblan las manos. Sudo. La sombra se hace pared y se engrandece. Cierro los ojos y espero.
Bajo la puerta entra ahora la luz del baño y yo con mis ojos cerrados sigo temblando, esperando. Quizá no los vuelva a abrir jamás.

miércoles, agosto 06, 2008

Conversemos

En la historia de Chile
sobran dimes y diretes
sobran algunos puñetes
sobra un lanzacohetes
sobran grumetes
sobran mosquetes
sobran grilletes,

nos faltan líderes
algo más que simpáticos
y regordetes.

Sueña el aire

Sueña el aire en su verdor
entre el rayo y la arena
donde se mueve apenas
la sirena de un color.

Sueña el aire y maldigo
las noches de pocas risas
en que fuiste mi amiga
sólo cuando me viste dormido.

Sueñan ellos en sus sueños
con torres cerca del sol,
sus sonrisas y destellos
para mí son sólo temor
a esos vientos porteños
tan faltos de humor.

miércoles, julio 30, 2008

El gato

Es un gato, sólo un gato. Le falta un ojo y nació sin cola, pero es un gato. Pasa las tardes de techo en techo, filosofando, mirando media realidad, como conformándose.

Siempre creí que la personalidad de los gatos y los perros estaba en su cola, su forma de expresar las emociones. Yo sonrío, el perro bate su cola; yo arqueo mis cejas y estiro mis dedos, un gato tersa su cola. No este gato. Quizás por eso me causa escalofríos.
O es eso, o es que solamente lee las noticias de política.

Falta un loco

Basura en la calle y en mi patio
gritos en mi patio y en la calle
en pantalla a piedrazos
en la radio sinvergüenzas

En los salones
donde se piensa el mañana,
sentados en el piso
mirando el techo.

Correcciones y retos
multas y querellas.

Falta que protestemos
contra el cielo
por mojarnos la ropa
sin previo aviso.

Y es que tan serios
y amarrados estamos,
que hasta a los cuerdos
los llamamos locos.

Quién pasó lista y no avisó
que nos faltó un loco,
loco de verdad te digo,
para ponerle colores a esta cuestión.

Siempre salvaje

La búsqueda incesante
del frío fugaz,
en las mañanas
de verano,
me hace a veces redundar
en pensamientos inútiles,
dichosos pero inútiles;
nadar entre la historia
sabrosa que hoy soñarás,
el color que beberá el cielo,
las otras poetisas están naciendo.

Al fondo del pasillo
el espejo que me recuerda
a Jorge Luis,
hoy particularmente misterioso,
habla en voz baja y dice:
Bolaño se fue mientras dormías;
no llores niño,
ya pasó un lustro.
Belano volverá
con un traje a la moda.

martes, julio 29, 2008

Gris intenso

Como que se escondía tras la bufanda
y el rumor de los árboles
pasaba a su lado sin notarlo;
la tarde oscura ya
apenas lo dejaba caminar
por las calles de asfalto viejo
entre gente que tampoco lo nota
o que disimula el asombro
de verlo con rostro gris
con respiración rasposa
y apenas, a duras penas
caminando
a rras trán do se.

lunes, julio 14, 2008

J. is a mighty good leader

J. se despierta cada mañana a las siete con treinta minutos, ayudado por su reloj despertador, claro. Entre la ducha rápida, vestirse y peinarse se demora alrededor de veinte minutos; luego toma desayuno en la mesa del comedor. Después de recoger el diario, se acomoda en el sillón cerca de la chimenea y hojea las páginas deportivas; termina leyendo las columnas de opinión.
A eso de las ocho y treinta minutos, J. cierra cuidadosamente todas las puertas interiores de su casa, toma el abrigo comprado en ropa americana que cuelga en la entrada y sale a dar un paseo por el parque a pocas cuadras de su casa. Una vez en el parque J. piensa en toda clase de asuntos: cuántos días exactos habrá vivido, cuántos le quedarán, qué será de sus antiguos compañeros de colegio, cuál será el mejor libro que se haya escrito, cuál será el más largo, qué pensará la gente de él, qué marca de zapatos se comprará cuando se gasten los que está usando, qué noticia repetida leerá mañana en el diario, cuándo dejará de pensar en sus antiguos compañeros de colegio, etc.

Cuando ya comienza a aburrirse de mirar a los perros interactuar con las aves y los vendedores de dulces le suenan molestos, J. se pone de pie satisfecho y da el primer paso que lo llevará a su casa. En el camino, a veces se detiene a mirar las hojas animadas por el viento, o mira como arrugando la cara cuando un niño pequeño va corriendo sin mirar el piso. Aproximadamente a diez pasos de su casa, J. se hurga el bolsillo derecho del abrigo y toma la llave indicada.

El resto del día no es más divertido que la mañana; después de almorzar, duerme siesta y casi nunca sueña, las veces que lo hace, no recuerda lo que sueña. Al despertar, J. se dedica a leer libros antiguos, casi siempre literatura del siglo XIX o clásicos de la primera mitad del siglo XX, algunas veces J. escribe en su viejo escritorio, pero no se molesta en sacudir el polvo que adorna la superficie.

A las ocho de la noche, J. deja sus quehaceres literarios, cierra los ojos y con suma concentración se entrega a la ardua tarea de arreglar el mundo. Esto le lleva alrededor de veinte minutos, dependiendo del cansancio que le supone la lectura y escritura previa y del estado en que se encuentre el mundo.

Usualmente comienza arreglando las cosas más pequeñas, como las bicicletas o las flores secas, que si se dejan para el final, pueden ocasionar grandes dificultades; luego se dedica a problemas humanos de diversa índole, tales como necesidades básicas, faltas de cariño, de dinero, desapego, etc; finalmente intenta, no siempre con éxito, sincronizar estados de ánimos con música, con el tráfico, con acontecimientos aparentemente insignificantes como que un ave cante una melodía que recuerde a la canción favorita, o que un libro se abra en la única página ilustrada.

Hecho esto, J. abre los ojos, pestañea repetidas veces para acostumbrarse a la luz y se va a dormir.

La magia

cuando sueñas y yo no estoy
cuando mientes despacito
cuando alegas inocencia
cuando te avergüenza la vergüenza
cuando estrujas el aire vacío
cuando supones verdades
cuando me partiste en dos
cuando pareciera que volaras

cuando no me salieron las palabras
y tuve que mentir otra vez,
a eso le digo magia.

viernes, junio 06, 2008

El día pasará

El frío en la cama y los zapatos tirados,
los libros de más apilados en el velador,
un par de nubes se juntan y mojan,
gritos afuera llaman a la vecina,
yo en mis manos tengo la suerte, la misma de ayer.

La calle ladeada y de tierra que parece un río,
un perro me recuerda la maldad de algunos,
en el bolsillo roto una moneda por perderse,
unas palabras, la caricia, el beso.

Semáforo rojo pensando en silencio
las manos frías que te buscan,
otra vez lo de siempre sin sonrisa,
de reojo, un te extraño y un adiós.

domingo, mayo 04, 2008

Inocente engaño

Es de noche: te subes al columpio sin pensar en el frío.
Así, piensas, volverás a ser el niño que jugaba sin pensar en nada más.

La familia Villalemana

El living de la casa está desordenado y la luz del pasillo se quemó hace un tiempo. Hay que comprar, hay que esquivar los empolvados muebles y comprar ampolletas que iluminen el pasillo que termina gloriosamente en los dormitorios, uno a cada lado, cuál más dejado que el otro.
El living es el anfitrión (con dicha) de las reuniones que se organizan, sirve de ascensor para lo que, se sabe, acontecerá. De la cocina, poco: contados vasos, menos variedad y un montón de estantes vacíos. Así es la casa de la familia Villalemana, o villalemanina. En el centro del living, un televisor viejo que transmite series gringas en blanco y negro, acaso recuerdos de otras gentes, ajenos a la casa. Por una ventana sin cortina se ve el patio oscuro, uno diría abandonado: triste, extraño. En las sombras de ese patio crecen sin embargo, flores y enredaderas. Hay respiros en el patio que parece muerto, corre el viento suave y mueve las hojas que cayeron hace tanto. Tras los árboles se oyen festejos: cientos de siluetas encorvadas entonan canciones y se las enseñan entre bailes y antorchas a las más pequeñas. Son siluetas felices, no es difícil darse cuenta, siluetas que hace siglos no van al living, que no quieren saber de edades ni de recambio. Siluetas inmortales que dejaron de creer en el tiempo y viven mirándose a los ojos unos a otros, buscando allí el reflejo de todos los recuerdos.

martes, enero 29, 2008

Carta de Renuncia


Yo, Pepe Damian Rocha Lagarto de nacimiento
de Run desconocido,
por medio de este papel sucio declaro
que dejo de arrendar mis servicios
a esta grandiosa ciudad descuidada
en forma voluntaria y por motivos personales
(una crisis que no viene al caso relatar en esta cochinada)
a partir de hoy, sábado 2 de septiembre de 2006.
El trasfondo de esta intervención
se viene cocinando hace ratito,
podría decirse que desde el momento mismo de la concepción.

- Entonces para qué se puso usted a trabajar – se preguntará
quizás no con tanto respeto como podría yo imaginar
por aburrimiento
por miedo a convertirme en asesino en serie
por casualidades de la vida
¿por costumbre?
Como acto poético. No, eso si que no

- Entonces qué me quiere decir – usted dirá
y yo responderé una vida escupiéndole las solapas y los bigotes
responderé con barbaridades que no comprenderá usted
porque sus manos me tomarán al momento de mi cogote
me levantan y me bajan después de patitas en la calle
que estará también indignada
como usted y como yo
y como toda esta ciudad
que ya dije, es grandiosa.

Concedo a explicar a continuación
con lujosos detalles (o con lujo de estos mismos)
el placentero curso de acontecimientos que me llevó
a huir de esta rutina caída en el sinsentido:
Despertéme a las cinco a eme todos los días
durante semanas infinitas (la verdad es que no recuerdo cuántas)
procedí a ducharme varias veces
y a cepillarme entero: dientes, axilas, cabello, manos y pies. Entero.
Si bien al inicio llegaba tempranito,
con el tiempo me fui atrasando un día, dos días, años.
Y la rutina se volvió imprecisa, nunca supe de allí en adelante
las consecuencias que me traería la rutina maldita:
Salía de mi casa y llegaba a la misma dos minutos antes,
un martes quise reir y se me escapó un llanto cortado en pedazos,
fotocopié mi cara varias veces y adivinen que se asomó en la hoja,
fui a un concierto de folclor y fui testigo de un sacrificio humano;
todo esto producto de la ru ti na
que me había jugado una mala pasada.
Así fue como se gestó esta abrupta renuncia.
Mi intención no es perjudicarlos (aunque en el fondo)
Lo único que me resta por decir señores
Es que me voy feliz de aquí, porque nunca los olvidaré
ni los gritos ni los balazos cortopunzantes que me hicieron cambiar
la visión que un padre viejo (muy viejo para ser mi padre)
forzosamente dibujó en mi falto-de-emociones pensamiento.

Me despido entonces, corriendo por las dunas
deslizo por los cerros corro salto y río, sí río,
como antes no lo hice, más bien no pude
porque aunque suene repetitivo y redundante y reactivo y recto
esa maldita rutina me cagó la vida señores, me hizo otro.
Dónde se fueron los días que el desfase perdió
Dónde se arrancaron los momentos que cayeron ladera abajo
Dónde quedaron, dónde, los únicos recuerdos
que tenía de mi infancia en la casaquinta
que sonaban entre flores y cerros.
la ru ti na pa ga da ¿justifica lo ya perdido? No señor, no.

Y es que quizás esta vida que me tocó señores
venía con problemas de fábrica
era de segunda mano.
¿Tengo aún derecho a reclamo?
- No pues – ustedes pensarán, claro
- el que se la busca, se la traga – también he pensado

Y me saco esta cara de resignado
y grito al cielo y reclamo porque quiero
y esta rutina no me va a cagar de nuevo.
Si esta que me tocó venía mal hecha, no me queda más
que arreglarla como dicen, con un alambrito
o con un alarido.