sábado, octubre 29, 2005

Camino dibujado

Ahí donde la señora le convida una olla al señor, donde los besos crecen más alto que una flor, y no se puede huir, nunca se quiere huir.
Ahí donde el sueño se deja reposar, los días pasan como manchas en la tierra y en el mar; y es que no, no vivió, no supo convertir el árbol su miedo en placer.
La tierra descansa como en ningun otro lugar, cubierta y alimentada, rebosante de voluntad. A veces se aburre de danzar y se vuelve a mirar a sus hijos, ya muertos, nunca olvidados.

jueves, octubre 27, 2005

Por aqui.

El reloj se está mareando y nadie pensó en su innegable humanidad. Mírame, óyeme. No se te ocurra sacarme los ojos de encima. Sé que te cuesta, y es justamente por eso que debes esforzarte más. Ave diurna de mil aleteos, suelta tu integridad, olvida tus miedos y adelantate a los tiempos que vendrán. Que vinieron a ver y nos esperan mañana y pasado.

lunes, octubre 17, 2005

Una nube que no nos tapa

Valparaíso nos habla a cada momento y a cada paso que queremos dar. La Crisis frente al Congreso nos indica algo, nos seduce a pensar. Y basta de esa poca lucidez y tan cambiante rutina. Cómpreme este libro señora, pa' los niños chicos. Avenida Argentina, y un nudo de proporciones nos presenta al NeoCongreso, ese que ahora aprueba las leyes sin leerlas. Que está de luto y algunos lo celebran. Que está en venta (por lo menos algunas sillas). ¿Qué pasa hoy? ¿Otra vez protesta? Deténganse ustedes. Ahí mismo donde están. Conversar, hablar, pedir, exigir, apedrear y llorar. Eso pasa y se hacen los ciegos. Valparaíso nos sorprende día a día. Es una ciudad construida para ser observada pero sin gente que quiera mirar. Valparaíso y el TAG, Valparaíso y el smog. Valparaíso y el cementerio de trolleys que nos dan la bienvenida. Pero el(los) dueño(s) de este país no los ve, para qué. Ni se sube, total no hay gente. Valparaíso capital puta de la puta vida enferma. Zuliana déjalos en paz. Para qué tanta alharaca si el Chicho no va a resucitar, digo yo. ExTeatro, exCárcel, exPuerto, extinguido de la memoria colectiva. Ex hogar del poeta mayor, del gran enamorado. Valparaíso eterno, sin terno, en interminable invierno. Que el surazo te despoje de tus ropas viejas y de tus vergüenzas. Vuelve a ser leyenda desconocida y áspero paradero de mil historias. Valparaíso olvidado, expúlsalos de tu antejardín, deja acostarme en tus cerros y llorar a ese dócil, rebelde... inexistente volantín.

Demacrado

Vive en la frontera de su vida, a orillas del camino a Kashmir, ahora destruido, en ruinas vivas y sangrantes. Se mueve entre familias dueñas del país, herederas del poder. Nunca pensó en ser parte de ese negocio sucio. Jamás imaginó que una tarde al sol le cambiaría la percepción de la vida. Su imagen en el espejo se desconoció, intentó tocar la sombra de los cabellos que se arrancaban, pero no. Ya no. Fue un momento, un segundo. Y todo fue distinto. Vió el auto alejarse con su más preciada posesión. Dejó de existir por un minuto y cayó a la vida con las manos apoyadas en sus rodillas. Amarradas a sus tobillos gastados. Delante suyo observó absorto la calle esperar su ingreso, darle la bienvenida a su reino inmortal. El gran portal lo espera impaciente y él sin poder escapar. Ahora yace entre la muerte y el sueño de la vida. No hay más que nubes inertes de carne y torres destruidas a sus pies.

martes, octubre 11, 2005

El santo que delinque

Es, en el fondo, un buen hombre. Sabe el significado real del hambre. Vecino de muchos como él, amigo de tantos que ya no están. Todos los días viaja al centro. Ve colgando los informadores en los quioscos, pero no les cree. Dicen que la delincuencia, que los homicidios. Él no lo siente, claro. Ya no roba, ni sus cercanos. Y escuchó por ahí que en Chile se asesina a uno entre cien mil habitantes. No es mucho. Que se viola a siete entre cien mil y que simplemente no se secuestra como para contarlo. Y él le cree a esas voces. No a las de la mañana, no a las de la noche. ¿Por qué entonces dan miedo las noticias? En Chile se roba, él lo sabe. Esa es la delincuencia. Esa es la atrocidad. Pero... ¿En qué pensaba él cuando robaba?, en su familia, claro. A sus cansados veintidos años, su familia le pide peaje para entrar a la casa. 'No vuelvas si no es con plata'. Ahora aprendió a convivir con el resto, aprendió a jugar Xperto y carreras de caballos. Aprendió a levantar sacos y a recibir monedas. Aprendió a andar con libros bajo el brazo. Un tiempo más y saco a todos de ese hoyo, se dice. Él sabe que su viejo padre no aguanta más levantando cartones. Que su madre ni siquiera puede ver borroso como él. Pero aguanta. Y se acuerda del juez que lo perdonó antes de siquiera mirarlo a los ojos, antes de saber su nombre, antes. Y desde allí, de su pieza-living-comedor él lo sabe porque lo vive. Le será difícil encontrar trabajo, le será esquivo el respeto que él tiene por el resto. Mejorar la situación actual no es complicado. Pero pasar al otro lado es distinto. Como dijo Ginsberg, el mundo se divide en ricos y pobres. Estos ñatos han elegido ser pobres, que se cambien al otro bando: que se hagan ricos. ¿Será posible algún día? Si él nació con las manos en los bolsillos, manoseando las pelusas y contando las monedas de diez pesos. ¿Existe esa posibilidad? Acá no, se dice, y camina mirando el cielo allá lejos, esperando quien sabe a quien.

sábado, octubre 08, 2005

Tan cerca esa estrella

Tantas canciones, tantos poemas, tantos escritos. Nunca demasiados. Y tú uno solo contra la jauría. Hace 38 años se dieron discursos. Pero nunca serán demasiados. Encontrando tu ilusión, se ilumina. Enseñando bajo tu sombra, se crean ejemplos. Si vivieras, se preguntó Frank Delgado. Si vivieras y vieras como te convierten en mito. Te hablamos y no respondes, estás aquí y allá. En todas partes estás tú oye. Sigues creciendo en alguna memoria y me duele ver que hoy te recuerdo. Como ayer no. Como cantamos más de alguna vez. Una elegía. Una canción fúnebre. Que pare el son. Tu nombre suena fuerte aparecido. Y de Cortázar fuiste hermano siempre presente, siempre latente. Cuando será el día que se te vea como realidad. Que tus fotos adornen de verdad, no como hoy que sólo son un símbolo, trillado, manoseado, jugado como una carta trivial. Para algunos fuiste cierto, siguieron tus andanzas, rieron tus hazañas, pero pocos quedan. Pocos hablan. Para mí, sólo naciste hoy. En pancartas, en canciones, en todos. Reúnete con el pueblo, gallo rojo, el pueblo sin sangre que llorar, el pueblo que ahora clama por ti, esperando una voz, una estrella como tú.
Mucho se te ha dicho, elevado al Jesus del siglo. Y se enoja la señora tosca. Estrella de la revolución, revolucionaste el sistema que aborreciste y combatiste. Evolucionaste junto con el mercado. Que salen diez mil poleras, que salen cien mil chapitas. Y se burlaron quienes no quisieron verte como lo que eres. Un baluarte único. Un líder desde el sepulcro. Pero te convirtieron en una ilusión. Y ahora sufres colgando en tu propia cruz, en mil paredes, en mil pechos inflados por tenerte. Si yo también te tengo. Acá. Y quizá cuantos más.

viernes, octubre 07, 2005

Diga mister en inglés.

No creo que el inglés (como idioma a aprender) sea tan importante. Menos en este world tan globalized y ya tan arreglado/acomodado a nuestros interests. Ya no es necesario aprenderlo en cursos ni en books. Basta con mirar un par de películas. Y qué tanto, si tenemos español en todos lados. Un poco por acá, un poco por allá y ya!, tengo la opción de comprar en amazon.com con la página totalmente en español. Who necesita el inglés entonces? Nobody pues, nadie. Aunque Microsoft insista en llamar Windows y no Ventana a Windows, en Chile pronto (era que no) se ideará Ventana. O quizás más original: Ventanal. Con ese afán (tan chileno, tan de capitalista arribista) de que el más opulento wins. Además, Gringoland se ha autoimpulsado como el 'todo' oficial del planeta y eso, de por sí, genera (al menos a mí) un recelo y adversión ante su 'todo'. Lengua universal, el inglés. Claro, ¿y los niños y los ñoños y las mañas de la mañana y de cada uno, donde quedan?... Respecto a esto, Maria Elena Walsh tiene una verdad que decir y Daniel Paz el espacio para publicarla. Otra cosa. El dólar la moneda universal. Está claro. Nada que hacer a esta altura... aunque. No, mejor no. Pero sigamos escribiendolo con tilde. Así, dólar. Pero aún pienso en el idioma. En el nuestro y en el de ellos. Tan hermoso el francés, con tanta actitud el italiano, tan romántico el portugués. Y quieren ser los owners de todo. Quiere. And he's looking for us to participate. Pero yo no quiero. Va a tener que decir yes no más po m'ijo. Pero si yo no quiero. Adios 'cobro divertido', welcome 'collect call'. ¿Y cuanto cuesta dejar lo de siempre? No tanto. Un par de peliculas y listo. De preferencia la primera con subtítulos. La segunda, a ojos cerrados. Traten que no sea de Woody Allen. Too damn genial.

jueves, octubre 06, 2005

Se ríen ellos, se ríen.

Míralos, están riendo. Míralos no pueden parar. Tienen la cara marcada de tanta risa, ¿será de nosotros? ¿esperarán que nos riamos con ellos?. Si no saben que más hacer, lo han intentado todo para parar. No les resulta enojarse, no les nace el maldito ceño fruncido. Y se les hace fácil. Que tienen una casa, que tienen un techo o varios, y manejan autos con ruedas de cristal. Se ríen. Si, de ellos que los ven pasar sobre su puente, que son los que se tapan con la caja de sus empresas, que se dejan engañar con flores plásticas, con mentiras antes dichas, con sonrisas y diálogos.

domingo, octubre 02, 2005

Una vez sentí

Siento que muero más rápido de lo esperado. ¿Será porque estoy esperando? Siento que me seco por dentro, me desvanezco entre sombras artificiales. Me está vedado lo mágico, sólo moldes volátiles en mis recuerdos. Se vive una vez, se muere cada día. Y ya no siento. Lo siento por mí.