martes, agosto 17, 2010

La danza

la danza brillará hasta que el cielo brille
si tiene que caerse, se caerá
y los árboles parecerán entonces árboles
y la casa se derrumbará porque
tiene que derrumbarse
- no le queda otra -
los muros se arrugarán de a poco
doblándose sobre sí mismos
vomitarán el estuco que alguna vez
se pusieron encima.

las aves recordarán el color del cielo
el mismo color de siempre
las aves se suicidarán unas contra otras
en pleno vuelo, las aves.

las niñas acompañarán a cualquier lado
sin saber cuándo ni dónde
no preguntarán, las niñas
y dejarán de ser niñas.

Enfermedad

Cómo quieres que yo sepa
qué y cómo y cuándo
si soy un bebé recién nacido
el pecado cayó sobre mi cabeza
como a ti te cayeron mis palabras

no tengo ni la menor idea
de qué estaba haciendo
de qué estaba haciendo
de qué estaba haciendo

no digas que no sabes, tú tampoco
porque significa que ninguno
de los dos tórtolos
nos enfrentamos a una realidad tangible:

estábamos peleando contra el viento
estábamos sangrando quietos ante el espejo

el espejo, sí, sabes a qué me refiero
el espejo, sí

no tengo ni la menor idea
de qué estaba pensando
de qué estabas tú haciendo
de qué estabamos esperando

no me digas que soy yo el loco
ni tú la esclava de los llantos sueltos
si ni aún hoy sabes qué es lo sano
ni qué significa la enfermedad verdadera.

De la noche en que no existió la piedad

Como esperando bajo un enorme árbol meridional
leo las mismas hojas roídas que ayer deseché
le hago el quite minúsculo al destino, oigo los llantos
de los niños huérfanos y de las putas viejas
que algún día, enceguecido, amé.

Como leyendo bajo una enorme lluvia de olvido
igualo el tremendismo de las miradas rotas
y la explosión que de tu cabellos marcha,
desnudo el catálogo de sentimientos cara a cara
con la fe de una madre ciega.

Como enfriando el recuerdo bajo la enorme noche
dispongo frente a mí dolor y rabia, condena y luz
a cada una ultrajo y humillo, se ríen burlescas
opto por transformar mi vida entera en una comedia
inútil modal de desaparición fallida.

Como mordiendo montañas bajo una enorme mirada
me arrastro sangrante por tus piernas desnudas
ardiendo la carne, ardiendo los sueños,
al estilo de los amigos que están en latitudes infernales,
que la lluvia lave mis pecados, como vendaval anciano
como una casa recién demolida por el escalofrío natural
como el llanto primero, como un último grito
entre las lágrimas.

Bestias

El sol aparece por
estos lados cuando quiere
se sienta un rato, se esconde y vuelve a salir
la torpeza de la risa y el dibujo encubierto
me hacen, de nuevo, suspirar.

Ya apenas pienso
que es lo que debo hacer.

Creo que las bestias son
las únicas que se saben comportar

y que el silencio es la compañía
que nunca me ha de gustar.

Testimonio

A la cama se la llevaron detenida
hace unos días

único testigo.

De nada

Así, colillas de cigarros tiradas entre las comisuras del cerro
así, los cables salpicándonos chispas echas de cristal
así, entre callejones escondidos y escalas que no llegan a ningun portal
así, entre el saludo inundado de cuentos fantásticos
así, antes de pedirte explicaciones de todo y decirte nada
así, con el rostro triste y atentando contra la verdad
así, el tiempo que dijiste hoy
así, el día no llega mañana
así, olvidarás las invitaciones imprudentes
así, vuelvo a ser de nada.

lunes, agosto 16, 2010

Me cago

Me cago en tu poesía
me cago en las lágrimas
me cago en la lluvia y en el perdón
me cago escuchando
me cago en esa cerveza
me cago en la lejanía
me cago tu tiempo libre
me cago sin saber que me cago
como se muere uno a veces.

domingo, agosto 15, 2010

Desapercibido XII

el saludo de lejos, aunque la mirada fija
un bus corta el aire,
el tiempo y los recuerdos
todo en un solo segundo.

rehuye la mirada, siempre de lejos
ella parece no querer más guerra

él se hace agua y empapa todo el piso
corre por los peldaños de la plaza
pasa bajo los pies sucios y los perros
se hace cascada y llega por fin a la calle
a duras penas la cruza
llega a sus pies, rendido, por decir algo
y con una gota, la besa.

ella, ni se entera
lo busca de reojo
y no lo encuentra
se va, pensativa.

a veces el amor
pasa desapercibido

Una desconocida

Sentado en un huracán sentí como pasaba el miedo frente a mis ojos
bebí entumecido todo lo que pude y me tuve que bajar
asustado por precaución, no reuní ni la mitad de las ideas
que debía supuestamente olvidar, le hice asco al reflejo.

Bebí entumecido, las palabras temblorosas y los recuerdos
de otra noche invadieron mi botella de cerveza
vino, vino, cerveza y más vino, esquivando a los que no
saben mirar a los ojos, me puse a dictarle mi vida a una desconocida.

Recé padrenuestros en silencio y con vergüenza
los transformé en mi forma de reclamar
bebí entumecido, con las manos guardadas entre las botellas
puse en otros la responsabilidad de leer poemas sin sentido

Arreglé las versiones de las mentiras que me salvaron
de caer en más mentiras y ahogarme con los excesos
bebí entumecido, el cielo se hizo piadoso
la botella se llenó de agua tibia recién convertida

Superé los meses sin saber cómo, llegó el último día del año
la mesa servida y yo aún esperando al doctor
bebí entumecido las mismas copas rotas de antaño
mi nombre apareció en las listas que nadie jamás leyó.

Tiempo

ya es tiempo
de ponerle fin
o de comenzar de nuevo

quizás de mirar atrás
con las manos atadas
y borrar el rastro
a soplos podridos

ya es tiempo
de que ame de verdad

ya es tarde, pienso,
para un recorrido al fondo del asunto
las razones del adiós
son sólo sombras
cenizas o polvo bajo los pies

quizás ya es hora
de cerrar los ojos un rato
y sentarme a dibujar
en la oscuridad

ya es tiempo
de que alguien me diga
que es tarde para renunciar
que las flores esperarán al final del camino

ya es tiempo
de que ame de verdad

ya es tiempo
de besar párpados y
de acariciar manos
hasta que parezcan propias.

ya es tiempo
de arrancar a los cerros
de sacarme el sombrero
y dar las gracias por todo

ya es tiempo
de dar la bienvenida
y sacudir la arena de mis pies

ya es tiempo
de que ame de verdad

sábado, agosto 14, 2010

Amuleto, etc.

En la última mesa de ese bar
al que nunca fuimos
por miedo a perdernos
o quizás a encontrarnos

por fin de nuevo la sonrisa
la terca unión entre ojo y pena.

Se acabaron los números
aguantando el hermetismo.
Soportaste la tentación de ser
sangre y piel, te revolviste.

Envenenados, caminamos por el borde
arrinconados, unos mientras lágrimeaban
ascos que nos fueron ajenos.

El no silenciado, el segundo
escondidos en la sombra
y las evocaciones a días
que ya fueron muertos.

miércoles, agosto 04, 2010

Este poema no es para ti

Este poema no es para ti
es para la que dejaste de ser
para la que te convirtió en una
de ellos, de los que desprecio.

He conocido gente como tú
a lo largo de tormentos que
a veces creí, eran alegrías, pero no
eran tormentos de verdad.

He conocido gente igualita
a ti y no me gustan para nada.

No te odio a ti, no. No odio a nadie
- a decir verdad - pero casi
imagino lo que sería odiar a esa
en la que te convertiste.

No hay más personas que tú,
eres la única importante
en la suma y la resta. El amor
de mi vida, puede que le digan.
La memoria compartida, inútiles
serán los nombres.

No existe el perdón
de dios, ni de Dios, ni de ti, ni de nadie.

Seamos sinceros, esto no es
ni siquiera un poema, es una espada
que se clava en mi pecho,
post convencimiento de la derrota,
post asesinato de tu persona.

No busco nada, ni siquiera que leas
aunque sé que tarde o temprano
lo harás y de ti (y de la que te convertiste)
ya no quedará nada.

Imagina que hoy

Imagina que hoy, a esta hora
emprendemos esa conversación
que siempre postergamos:
de la vida y de la muerte
de los árboles plantados
de las calles recorridas, del calor
acumulado. Imagínate que ahora
recorremos los caminos, tomados
de la mano, ojos fijos en el sol.

Vasos sucios en la mesa
hojas cigarros lápices repartidos
una opción siempre es la primera
miradas perdidas en el azar.

Vasos llenos, salud de otras noches
escondidos tras los autos
de pacífico esperar, una más
entre el millón de noches que
se acostumbraron a vernos pasar
tomados de la mano, acurrucados
en las costillas siempre heladas
y semi sangrantes, tomados de la mano
como quién dice, tomados
de la misma alma. Tantas noches
nos vieron pasar.

Imagina que ahora, noche lenta
de lectura absurda,
subimos al ascensor sin objeto
y reímos hasta quedar exhaustos.

Idilio


Acaso una hora puede hacer la diferencia
entre el desgano y la sonrisa. Si sólo amantes
fuéramos, respiraría tranquilo, volvería a cerrar
los ojos sin verte. Acaso una hora – una sola –
puede marcarme de por vida.

No es un pasillo, sino una cueva
y refugiados de la lluvia nos protegemos
de la muerte; no es una luz y no es aire
acondicionado, son soles y tifones ahuyentándonos
desde el fondo del cielo y el mar; no son bocinas,
sino cuervos esperando que tus ojos se cierren
en los míos; no son asientos y no son pasajeros,
son nuestras sombras y nuestros cabellos
enredados bajo el efecto de un vino; no son
ni siquiera personas quienes conversan en voz alta,
no son voces, no son; no son saludos, no son besos,
son latidos escondiéndose en las costuras olvidadas,
son marchas de ejércitos invadiéndome el interior.
Sí, es el día perfecto que termina mal,
no estás en mi mano; estás apenas lejos, pero estás
inundando otros ojos; no es la noche
quién te absorbe y te rapta de mi lado,
es el sueño de otra nube, es el viento
quien te empuja, es la rabia que cae
de mis dedos la que te ahuyenta.
No eres en mí como fuiste o pudiste
serlo, eres en ti solamente, aferrada
al momento de las caricias y las miradas.

Idilio en el sueño que siempre temí
pudiera visitarme, idilio en una noche
que recién comienza, que pronto
estallará y que nunca, nunca acabará.