pegado apenas a la pared
colgando de un hilito, imitador.
No se animó a marcar su cumpleaños
no se animó a olvidarlo tampoco.
Quiso que los meses se acumularan
y que le llegaran todos de golpe, no quería esperar.
Desnudó su pena más de una vez:
la nombraba a desconocidos
en bares desnutridos,
inventó más de una historia
ellos siempre protagonistas, sueños de otras gentes
siempre un muerto, siempre la mala suerte.
Pasó el mes: Octubre y no llamó.
Ni saludó, apenas se acordó.
Dos semanas después, la vio de la mano
iba feliz
mirando fijo
a los gatos en las ventanas.
Quiso ser esa mano
ser ese gato
ser esa sonrisa
ser una de esas ventanas.
Al menos, parecía feliz.
A veces el amor
pasa desapercibido.
1 comentario:
Muy buena! :)
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