O es tu risa olvidada
la que vuelve a sonar;
o es la imposible forma
de olvidarte y callar.
Un pasillo de supermercado
un silencio, un gato viejo:
un pasado.
O es el cuello adolorido
de tanto mirar;
o esa esquina de tu cuerpo
que no puedo encontrar.
Herencia de otros tiempos:
el vacío de las noches,
la nostalgia en colores.
O es un golpe necesario
para hacerme despertar;
o la vista fija en los zapatos
olvidando el caminar.
El frío en las manos, un beso
fino en vez del suspiro,
siempre el ceño fruncido.
O es la hora de la tarde,
el sol olvida bajar;
o es la última muchacha
que se quiere maquillar.
Adolorido y en vergüenza,
un café cargado, la hija
de un trabajo mal pagado.
O es la víspera del concierto
agarrado al pavimento;
o es tu vicio acostumbrado
asesino de alquitrán.
El punto de la diferencia,
el conteo sin final, las manos
jugando a dibujar.
O es el charco del reflejo
lo que me hace dormitar;
o es el beso, ojos tristes,
no te olvides
de dosificar.
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1 comentario:
Sr. N, suenas hermoso cuando no estas hiperventilando. Ese lado de ti je voudrais conocer.
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