sábado, julio 23, 2005

Cuento corto, el blog se ha iniciado. Nada nuevo se rumorea: hace tiempo el tren atropelló al Loco Ale, símbolo de la bohemia Villalemanina; sin pudores un hombre mató a unas cuantas, las embutió en un barril petrolero y las enterró en una morada para la ocasión; unos cuantos narcos fueron sapeados y al día siguiente sus familias apedreaban unas casas; nada nuevo bajo el sol.

Villa Alemana, otrora cuna del rock y de Don Elías; hoy paraíso poblacional de las tomas capitalinas, dudo que sea para mejor, aunque no veo la certeza que me indique lo contrario.

Si alguna vez LaFloripondio cantó "...en Latorre detenido por sospecha, porque aparece esta tontera...", hoy es raro que en el Paseo Latorre no aparezca la tontera, reflejada en un "pelao nazi" o en una patrulla pasada a copete.

"Pa' eso nos vamos a wear a Valpo", es la frase típica y de moda... No es que Pancho Gancho tenga más elite social en sus bohemias noches, pero al menos hay más variedad y espacio para evitar lo mismo que en todos lados. Hace menos de una semana, una botella se reventó en la ventana de la micro en que viajaba de vuelta. Historia conocida, el chofer se bajó con un fierrito (supongo que lo tenía a mano por casualidad o para medir el nivel de agua), un transeúnte sorprendido sacó una pistola, gritos, ningun disparo, el chofer corrió a la micro... Cien mts. en cinco segundos, más rápido que Keitel. Eran las cuatro y media de la mañana, y a menos de una cuadra, los(as) pupilos(as) de Zuliana se hacían chupete entre ellos, esperando a no se quien.

"Quilpué la está llevando ahora"... Vamos. Taybeh se llama el local. Cambió de dueño hace dos semanas. Santobarrio, Los Bunkers, Chancho en Piedra, Papanegro, Sinergia, Sexual Democracia son algunos de los grupos que han desbaratado el lugar. Un galpón, un escenario, mucha cerveza y una foto de Blues Brothers. Eso es. Viva el Taybeh.

Otro día hablo de la parrilla musical de Villa Alemana. Mucho gusto. Se ha iniciado esto.

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