El abismo sospecha de las causas
y de sí mismo.
Esa vez caminé y me deshice en disculpas,
frente al quiosco de diarios
del centro.
y de sí mismo.
Esa vez caminé y me deshice en disculpas,
frente al quiosco de diarios
del centro.
La vi sigilosa esperando a alguien
mientras sus piernas también esperaban
al viento de otros tiempos.
No me puedo quedar tranquilo
acá, tan lejos del recuerdo, si parece
que me fuera a aplastar.
El penoso abismo se disfraza a veces
de sombras y de silencios
y de comisuras húmedas
en labios tensos.
1 comentario:
no se porque me recordó a
esto
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