Bajo el efecto del sol me convertí en tu viejo amor
de siempre de ayer, escondido entre las calles
Soportando el surazo me hice fuerte
y tus dedos en mi pelo se encuentran unos a otros.
Vagué por avenidas que estuvieron escondidas
tú en cada puerta, tu voz y llanto en la ventana esa
imaginaria o tan real como el recuerdo
de tu cuello libre frío siempre atento.
Aún hoy espero bajo el sol
ya no cae agua, ni de los techos panfletos
pronuncio tu nombre en silencio, casi enfermo yo
me cuesta un poco más llorar
debe ser el sol, debo ser yo.
jueves, agosto 02, 2007
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