En la calva mano de un anciano
quise yo verme la suerte
sin pretender ni por un momento
encontrar allí algo de muerte.
cuál sería mi cara, mi alarido
al darme cuenta en el acto
que esa piel hablaba no solo de fallecidos
sino que lloraba y gritaba: ¡El holocausto!
Está riendo entre dedos, me dije, (está bromeando)
que sabe una palma lo que está pasando
voy a ponerme un guante será mejor,
que a mí me queda poco, pero a ustedes les queda harto.
jueves, agosto 09, 2007
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1 comentario:
si, entre vaparaiso y villa alemana
pasan mis dias, pero ojo
"si no quieres saber ,no preguntes"
jajaja
saludos
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