Hoy, como ayer, estamos parados donde mismo.
Hoy, como ayer, estamos esperando lo mismo.
Hoy, como ayer, escuchamos la misma música.
Hoy, como ayer, abrazamos a la misma gente.
Hoy, como ayer, leemos los mismos libros.
Hoy, como ayer, queremos lo mismo.
Hoy, como ayer, tomamos la misma micro.
Hoy, como siempre, pensamos que se nos pasó volando el dos mil cinco, que sin darnos cuenta estaremos contando para recibir el año que viene, que los fuegos fueron más lindos este año, que quizás cuantos abrazos menos daremos el que viene, y quizas porqué razones nos abrazaremos antes de tiempo. "Yo no doy abrazos en año nuevo, lo encuentro tan inapropiado", me dijo una vez una niña mientras le hacían trenzas en su pelo de verano, me acuerdo que reí, incrédulo y luego pensé que inapropiado sería un día de mi vida sin querer abrazar a alguien. Ese año nuevo no lo pasé con ella. Nunca fue la intención.
Terminé este año leyendo buenos libros y escuchando buena música. Como siempre he querido. Los mismos acompañamientos de siempre... ¿Qué tiene de nuevo este año? No sé. Aún no le veo el cambio. Esperemos a ver que pasa.
1 comentario:
"Los mismos acompañamientos de siempre..."
no son toos los mismos...
hoy, como ayer, te amo mas q el dia recien pasado...
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