lunes, octubre 17, 2005

Demacrado

Vive en la frontera de su vida, a orillas del camino a Kashmir, ahora destruido, en ruinas vivas y sangrantes. Se mueve entre familias dueñas del país, herederas del poder. Nunca pensó en ser parte de ese negocio sucio. Jamás imaginó que una tarde al sol le cambiaría la percepción de la vida. Su imagen en el espejo se desconoció, intentó tocar la sombra de los cabellos que se arrancaban, pero no. Ya no. Fue un momento, un segundo. Y todo fue distinto. Vió el auto alejarse con su más preciada posesión. Dejó de existir por un minuto y cayó a la vida con las manos apoyadas en sus rodillas. Amarradas a sus tobillos gastados. Delante suyo observó absorto la calle esperar su ingreso, darle la bienvenida a su reino inmortal. El gran portal lo espera impaciente y él sin poder escapar. Ahora yace entre la muerte y el sueño de la vida. No hay más que nubes inertes de carne y torres destruidas a sus pies.

No hay comentarios.: