Déjame estar en el lugar
donde las cosas se quedan grabadas para siempre
en alguna esquina de un bar,
en algun pasillo de colegio
sin molestar,
en la plaza renovada
de la pileta llena de tierra,
en el borde de la azotea
mirando cómo el sol se esconde
en la casa de al lado.
déjame recordar los instantes suaves
y los que marcaron mi piel
bajo el influjo estratégico
- malintencionado, me atrevería a decir -
de la muchacha imperfecta.
Déjame angostar los espa cios trazados
bajo mis párpados sale de nuevo el sol
Una mañana fría me hizo caminar rápido
y la madeja se desarmó, cuadras y cuadras
perseguí el bendito extremo de la madeja.
Hoy apenas puedo decir mi nombre
de memoria, mi edad y mi rut
no recuerdo ni a quién le hablo;
Déjame apagar el rayo
y cumplir lo prometido
no vaya a ser
que nos bajen de acá y nos quedemos
sin pan ni pedazo.
martes, mayo 25, 2010
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