y tú resides en tu propia memoria
y tú enfermas de día
y tú no sufres enfermo, no sufres
y tú verás los años chorreando de tu espejo
y tú pensarás alguna vez en tus hijos
y tú lloras al amanecer
y tú oyes y huyes
y tú no tienes con que secarte esas lágrimas que queman
Y tú tomarás las manos
una de cada uno
y las pondrás en la licuadora
para tener la gran mano Mano
y esa mano será el final
de tu búsqueda intensa
y tú tomarás una mano, una sola
para estrecharla en soledad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario