martes, septiembre 25, 2007

Ayer en el centro

Tuve un sueño, o eso creí
unos cuantos años me dijeron
unos verdes prados se secaron.
Algun infeliz me miró fijo.

Como un peón, padecí
cerca del cielo, bajo sus palabras
Pensé que el mundo estaba
entre mi pecho y mis viejos dedos.

No sentí, como siempre,
el llamado de la voz
antigua y humilde.

Dispuse, sin embargo
una trampa en el centro
de la vida, para ver tu suerte.

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