El frío en la cama y los zapatos tirados,
los libros de más apilados en el velador,
un par de nubes se juntan y mojan,
gritos afuera llaman a la vecina,
yo en mis manos tengo la suerte, la misma de ayer.
La calle ladeada y de tierra que parece un río,
un perro me recuerda la maldad de algunos,
en el bolsillo roto una moneda por perderse,
unas palabras, la caricia, el beso.
Semáforo rojo pensando en silencio
las manos frías que te buscan,
otra vez lo de siempre sin sonrisa,
de reojo, un te extraño y un adiós.
viernes, junio 06, 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)