Me miras y me desprecias.
Yo me acuerdo de vos llorando
con vergüenza, inmóvil,
cuando debiste estar cuidando
lo que tanto nos costó construir.
Me insultas golpeando la mesa,
escondiéndote en lo de siempre.
Vuelve a mí tu imagen
jugando, riendo, siendo uno más.
miércoles, julio 04, 2007
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