sábado, julio 30, 2005

Loco como él solo. Solo como un happy loco.
"Yo soy el Pablo y nunca nadie lo ha sabido. Vueltas de carnero y tomadas de codo con el resto de los presentes. Yo le rindo cuentas a mi ombligo solamente, si es que él está de acuerdo, claro está. Yo nací para ser el verdadero Pablo, de gentes y muchas veces escrito al revés. Sufro desde pequeño, lo siento.

- ¿Cuándo me voy a vivir? -
- Después que devuelvas la plata y la ropa, que quede clarito -

Qué Neruda, qué de Rokha, ya les dije quien soy yo. Quedé mal parado pero no me importa, porque tengo pituto en la intendencia. Ahí sí que me salvo. Total correr no es pecado ni delito ni lucrativo ni bondadoso, sólo un par de gotas y una ampolla en l'alma. Se ahogará, sí, estoy seguro. Más que un caracol sobre la arena, más que una estrella de mar saltando en una pata.
Inconcebible para alguien como yo, rutinario para ustedes. Miembros del desaliño, ahoguense en sus criterios, atorense con sus cabellos enterrados.

- ¿Puedo crecer ahora? -
- Te falta un poco muchachin, te falta un poco. -

Que Pablo es aquí, que Pablo es allá. Plagiadores de mi prosa, contendores de la verdad. Pablo hay uno solo, y existe solo acá. Lo tengo escondido dentro de mi genialidad. Con una puerta con ventanas, sin candado ni amarrado. Sólo una persona sabe que cresta hace en las tardes, cuando mira el sol arrancarse y se le chorrea la baba. Yo soy el Pablo de los pueblos. Yo soy el único capaz. Yo no aprendí a ser feliz, ni me enseñaron a recitar. Soy el Pablo de origen marino, sin concha ni cautiverio. Salí donde cayó la gota de sudor del hombre infame, cansino en sus habladurías, malévolo en sus pensadurías. Días y días sin dormir. Sueño despierto para vivir.

- Déjame ver el pasto cuando crece, cual vela desvanecida en la noche. -
- Mira por la ventana y no te pongai a pensar tonteras, vai a ser hijo mío hasta que yo quiera. -

Juro que soy de verdad y no un charlatán inventado. Pablo de nacimiento y hasta que la vida me aterrice. "

martes, julio 26, 2005

Era sábado 13 de Noviembre del 2004, Villa Alemana celebraba su 110º aniversario. Niños corrían sin sus madres por el centro, Paseo Latorre y alrededores se llenaban de festejados. Ciento diez años que ningun habitante puede haber presenciado. Aunque Buenaventura Joglar Amandi separó el terreno y lo vendió por lotes, 110 años después, miles de personas se regocijaban bailando, celebrando, corriendo y jugando. Siempre se ha celebrado así, dicen. "Aunque antes era más liiiindo" recalcan las abuelitas. Con reina de primavera y desfile incluidos. A lo más pelicula gringa. O alemana. Años de alegría, tiempos en que los eternos molinos de la ciudad se movían juntos.
Y vino el caos. Un lolo del centro, se aburrió de tanto malón seudohippie, y trajo el LSD a Chile. Se dedicó a vender marihuana y hacer poleras. Apareció el neoprén; y los niños que antes jugaban a los indios en el estero, ahora aspiraban el dicho pegamento en los cerros. Uno de ellos, más que imaginativo, entre sus tantas alucinaciones juró ver una virgen (http://www.lallenadegracia.cl) . Surgió el rock. Un grupo de jóvenes, en una sala del Colegio marista de la zona, fundaron LaFloripondio. Rock del puro, inconsciencia total. "Toca LaFlori en la micro" decían en la calle, y entre perros vagos corrían al cerro. Al aire puro, tan puro como las flores que se quemaban, tan puro como la música que reventaba todo. Nació de la tierra, del estero y de los trenes. Querían ser molinos todos, querían volver atrás y ver que realmente nada había pasado. LaFloripondio trasciende esta ciudad, va más allá de esta simple tribuna para estar y se eleva hasta quedar colgando de las patas. Nicanor Parra cantando rock. Enrique Lihn discurseando por el carrete ( http://www.lafloripondio.scd.cl), Nothing más. Si es que aún no entienden, es que ya están dentro. Sigan viajando por el centro. Por ahí está la cuna de la música. Calle Santiago, en pleno corazón, daga incluida y enterrada. A dos cuadras del Ex-Fortin y de la plaza Nueve Meses, se encuentra la casa que alberga a Miño. ¿Quién es?... Vocalista de Sonora de Llegar, ¿Quiénes son? Ska villalemanino. Rock para cantar en la ducha después del carrete. Tipo 2 de la tarde. Golpeando puertas y paredes, rompiendo ventanales y carteles de bienvenida; vistiendo una camisa negra y una gorra militar sobre su brillante cabeza, Miño se deja querer por la música. Deja que la gente suba con él a cantar. Saluda y recuerda a los grandes de la zona. Invita al Flaco Willy a balbucear una canción. - Pare gozaar! - grita, todavía pensando en el Fernandito, tecladista de SkaPrensao. A Fernandito ya no se le ve tocando piano con Roberto Bravo, a Fernandito ya no se le escucha cantar feliz sin micrófono, a Fernandito lo conoció más gente cuando murió. Si. Ahogado en el tranque Recreo. Y ahora SkaPrensao toca más fuerte, toca con más ganas. Willy canta y nadie habla cuando se retuerce, la gente explota junto con las botellas de Baltica. - Lolaaa... por qué estás solaaa!! - Y se vuelve al silencio. SkaPrensao queda en los pies. Se siente el ritmo cuando se camina. Inexplicablemente uno capta el mensaje sin dudar. SkaPrensao llega, y fuerte.

Vuelvo al aniversario. Pero no quiero celebrar con esta gente. Quiero estar solo, acompañarme con una petaca de pisco sour, sentado en una butaca del Teatro Pompeya. Me cobran luca y me entregan un papelito celeste. Cada vez más leve se escuchan los gritos de afuera. Ya apenas se capta la voz del alcalde de turno tratando que la gente no se olvide quien es.
Y después de un preámbulo, llámese cigarro artesanal o como se desee, comienza la música que lo hace tener sentido. Huechunche suena. Y no se explica cómo se eleva el cuerpo. Se siente el sonido de las hojas en la mañana. Se vibra junto con los pasos en el teatro. Si Los Jaivas y Congreso se criaron bajo el amparo del Marga-Marga, no es tan difícil creer que Huechunche haya nacido para dejarse rasguñar por los brazos de los árboles. Es inconcebible un cerro, una tarde, una poza sin Huechunche.

Y cantando por lo cerros voy
Y volando hacia la luna voy

lunes, julio 25, 2005

Declaro que he vivido, unos dias más que otros, pero he vivido.

Declaro también que el mundo no se va a acabar, sólo va a dar vueltas hasta sentir mareos. Licencia médica: Una semana. Pero ese no es el remedio. La Tierra está preñada. ¿De quién será el retoño? Del odio o del rencor. Del envidioso o del torturador. La hija será de La Muerte. ¡Horror!, ¿La Tierra es lesbiana? Con razon se enamoró de la Luna y no la dejó irse, con razón se escondía del Sol y le hacía ojitos a La Mar. Pero cómo puede ser posible que se permita una aberración así, cómo se le ocurre mijita que le van a gustar las niñas. La Muerte engendrará un hijo arrepentido, uno que cuidará a sus madres. Destinado a no seguir el destino, enseñará a quienes no quieran, lo que él aprendió en el vientre de su madre Tierra. Que la vida es una, que el mundo no se va a acabar. Que los números no cuentan ni las leyes existen. UnDosTres. Al agua cayó, cerca de la Atlántida y arribita de una tumba que decía su nombre: Libertad.

sábado, julio 23, 2005

Cuento corto, el blog se ha iniciado. Nada nuevo se rumorea: hace tiempo el tren atropelló al Loco Ale, símbolo de la bohemia Villalemanina; sin pudores un hombre mató a unas cuantas, las embutió en un barril petrolero y las enterró en una morada para la ocasión; unos cuantos narcos fueron sapeados y al día siguiente sus familias apedreaban unas casas; nada nuevo bajo el sol.

Villa Alemana, otrora cuna del rock y de Don Elías; hoy paraíso poblacional de las tomas capitalinas, dudo que sea para mejor, aunque no veo la certeza que me indique lo contrario.

Si alguna vez LaFloripondio cantó "...en Latorre detenido por sospecha, porque aparece esta tontera...", hoy es raro que en el Paseo Latorre no aparezca la tontera, reflejada en un "pelao nazi" o en una patrulla pasada a copete.

"Pa' eso nos vamos a wear a Valpo", es la frase típica y de moda... No es que Pancho Gancho tenga más elite social en sus bohemias noches, pero al menos hay más variedad y espacio para evitar lo mismo que en todos lados. Hace menos de una semana, una botella se reventó en la ventana de la micro en que viajaba de vuelta. Historia conocida, el chofer se bajó con un fierrito (supongo que lo tenía a mano por casualidad o para medir el nivel de agua), un transeúnte sorprendido sacó una pistola, gritos, ningun disparo, el chofer corrió a la micro... Cien mts. en cinco segundos, más rápido que Keitel. Eran las cuatro y media de la mañana, y a menos de una cuadra, los(as) pupilos(as) de Zuliana se hacían chupete entre ellos, esperando a no se quien.

"Quilpué la está llevando ahora"... Vamos. Taybeh se llama el local. Cambió de dueño hace dos semanas. Santobarrio, Los Bunkers, Chancho en Piedra, Papanegro, Sinergia, Sexual Democracia son algunos de los grupos que han desbaratado el lugar. Un galpón, un escenario, mucha cerveza y una foto de Blues Brothers. Eso es. Viva el Taybeh.

Otro día hablo de la parrilla musical de Villa Alemana. Mucho gusto. Se ha iniciado esto.
Siempre me miras y siempre más, siempre me escuchas y no me dejas hablar, siempre... y cuando me besas, la flor aromática se deja contemplar.
Y siempre más.

viernes, julio 22, 2005

No fue tan fuerte, pero suficiente como para rebotar en el poste de luz y caer sobre el muro, el único muro de la cuadra que nadie sabia hacia donde tenía salida. Nadie entre los niños, claro. El más alto concidia ser el más lerdo y simplemente no podía saltar para ver donde estaba la condenada de trapo. El mayor, decidido y sobre los hombros del gigante, se encaramó al dicho muro. Vió árboles, flautas y flores, no la de trapo, vió un auto abandonado y una ropa tendida hace más de una tarde, pero no la de trapo, vió una plantita más verde que el entorno, escondida entre pasto seco y cañas huecas, que sobrevivía en un tarro de leche Nido y cuya hoja le recordaba a esos afiches que colgaban de la pieza de su hermano mayor. Se bajó del muro pálido. Aquel sería el paraíso que los albergaría en sus juegos, el campo perfecto que no reclamaría por secarle el pasto ni por quebrarle vidrios, menos habrían perros siguiendo la de trapo ni autos que interrumpan la tradicional pichanga.

Pero algo había ahí que rompía la hegemonía, un elemento no funcionaba en esa armonía infantil... y dejando de lado sus dudas y sus sueños, tomó la piedra más grande que halló cerca, se acercó, y mirando a sus cómplices que ya se habían dado cuenta de sus intenciones, la arrojó sobre el muro. Un grito de metal se escuchó y una raíz debe haber llorado en el momento que la piedra aplastó lo único vivo que había al otro lado del muro.

Doce años después, el mayor aún no lo olvidaba. Se suicidó con la misma piedra, en el mismo lugar. Ya no quedaba nada de trapo en él, sólo algunos indicios de sus ultimos dos vicios fumados hace unos minutos.